Las dietas mágicas son aquéllas que, por lo general, prometen resultados rápidos, espectaculares y fáciles pero, lamentablemente, sus efectos son bastante perjudiciales para la salud. En especial si se está en etapa de crecimiento, ya que son permanentes.
Habrás oído que una persona de tu entorno ha adelgazado mucho con una de estas dietas: ¿por qué, entonces, no son adecuadas? El “secreto” que tienen es que al limitar los alimentos que se pueden ingerir, la dieta se hace monótona y aburrida, y con ello las personas comen menos de lo que deberían, ingieren menos calorías y así consiguen perder peso.
El problema está en que al limitar los alimentos también se disminuye la posibilidad de conseguir todos los nutrientes que necesita tu organismo, aumentando la probabilidad de padecer carencias de minerales y vitaminas.
Otra consecuencia grave de este tipo de dietas es el llamado “efecto yo-yo”. Cuando se somete al organismo a una dieta muy baja en calorías y hay una pérdida de peso muy rápida, tu cuerpo no sabe si la reducción de calorías es voluntaria o se debe a una época de “hambruna”, así que reacciona haciéndose más eficiente y tus células consiguen funcionar gastando menos, pudiendo causar serios problemas para tu salud.
Como consejo, no olvides que el verdadero secreto para alcanzar un peso adecuado es sencillo: “la energía que comemos debe ser igual a la que gastamos”.