Si realiza algún tipo de actividad física con regularidad, debe aumentar su ingesta energética.
El mejor combustible para los músculos son los carbohidratos, así que éstos deberán aportar entre el 55-60% de la energía de su alimentación. El pan, los cereales de desayuno, la pasta, la patata o el arroz deben ser la base de su ingesta diaria.
Necesita también un poquito más de proteínas que las personas sedentarias, la cual podrá conseguir a base de carne magra, que le aportará además el hierro necesario.
No olvide el calcio, fundamental para los huesos.
No son necesarios los suplementos de vitaminas ni de minerales si la alimentación es adecuada, suficiente, equilibrada y variada.
La hidratación es uno de los puntos principales en para la actividad física y especialmente para la actividad deportiva: hay que beber, antes, durante y después del entrenamiento y la competición. Tenga un buen hábito de hidratación. Tome agua a sorbos todo el día.