Alimentación y embarazo
La mujer embarazada tiene una serie importantes de cambios, para los cuales la alimentación es esencial en el mantenimiento del embarazo y el desarrollo del feto.
La dieta debe continuar siendo variada y debe incluir todos los alimentos de la pirámide, aunque será importante variar el número de raciones, de manera que sea posible para cubrir las nuevas necesidades nutricionales: aumento de los requerimientos energéticos, de calcio, de ácido, de hierro, de yodo, etc.
El embarazo no es una enfermedad, pero puede convertirse en una situación de riesgo nutricional, por eso las embarazadas deben estar controladas, evaluando la historia dietética previa, valorando la ingesta de los diferentes grupos de alimentos y controlando posibles trastornos en la conducta alimentaria.
Consejos prácticos para evitar problemas gastrointestinales en la mujer embarazada:
- Tomar comidas ligeras, frecuentes y no muy abundantes.
- Beber mucho líquido e ingerir fibra para evitar el estreñimiento.
- Tomar alimentos secos como pan tostado y galletas antes de levantarse para evitar náuseas.
- Comer lentamente, masticar despacio.
- No picar entre horas.
- Cocinar con técnicas culinarias sencillas.
- Evitar alimentos grasos y de difícil digestión.
- Evitar el consumo de cafeína.
- Antojos: Durante el embarazo se pueden experimentar cambios en las apetencias, preferencias y aversiones, que son causadas por los cambios hormonales. No tienen mayor importancia si no alteran el patrón normal de alimentación y no restringe la toma de gran variedad de alimentos.
- Acidez: Evitar grandes volúmenes de comida y hacer más tomas. Comer despacio y no acostarse después de las comidas.
- Estreñimiento: Beber mucho y tomar mucha fibra son los mejores consejos dietéticos También es conveniente caminar.
Alimentación y lactancia
El mejor alimento para los primeros meses de vida del bebe es, sin duda, la leche materna. Es aconsejable alargarla hasta los 6 meses, aunque el niño esté incorporando otros alimentos a su alimentación habitual.
- La lactancia le ayuda a la madre a recuperar el peso previo, al movilizar los depósitos grasos que se han acumulado durante el embarazo.
- La lactancia ayuda a la madre a mejorar los parámetros sanguíneos que se alteran por la falta de menstruación.
- La lactancia previene la aparición de ciertos tipos de cánceres en la madre.
- La leche materna contiene todos los nutrientes que el bebé necesita y su composición va evolucionando para adaptarse a las necesidades del niño según va creciendo.
- Parea el bebé la lecha materna es higiénica, previene la aparición de la obesidad y la aparición de alergias.
Durante la lactancia la madre debe alimentarse adecuadamente, las necesidades de energía son incluso mayores que en el embarazo y debe beber mucho e ingerir suficiente calcio.
Además, hay que tener en cuenta que a veces algunos alimentos de la alimentación de la madre le dan un sabor desagradable a la leche y hay que ver la reacción del niño.
Alimentación y menopausia
En las mujeres, la etapa adulta en gran medida se corresponde con los cambios hormonales mensuales que desencadena su ciclo reproductor. La menopausia normalmente comienza a los 50 años y la osteoporosis puede darse en este periodo de la vida y prolongarse con los años, ya que debido a la declinación en la producción de estrógenos, la masa ósea disminuye.
Los niveles reducidos de estrógenos también afectan a los lípidos sanguíneos, lo que ocasiona un aumento en el colesterol sanguíneo. Ante esta realidad será oportuno seguir los siguientes consejos:
- Alimentación abundante en verduras y hortalizas, cereales, pan, pasta, arroz, papas, legumbres y frutas frescas.
- Aceite de oliva como fuente principal de grasa, pero con moderación.
- Es preferible consumir lácteos y derivados lácteos descremados o semidescremados.
- Consuma pescado. El pescado blanco y los mariscos tienen menos calorías.
- El huevo es un alimento muy nutritivo y bajo en calorías (mejor si no es frito) Se pueden consumir de tres a cuatro a la semana.
- Seleccione cortes de carne sin grasa, tanto de rojas, como de aves. De las carnes procesadas son recomendables el jamón cocido y serrano, así como el jamón de pavo.
- Trate que los horarios de las comidas sean lo más regulares posible, ya que ayudan a equilibrar la alimentación.
- Coma con moderación, un poco de todo y no mucho de una sola cosa.
- Cocine con poca grasa, no abuse de los fritos ( uno a la semana ). Prefiera la cocina al vapor, a la parrilla o a la plancha.
- Mantenga, incluso incremente, el consumo de calcio. Las principales fuentes de calcio son la leche, el yogur y los quesos.
- Fundamental la actividad física y mejor si se trata de ejercicio físico programado. Se ha demostrado que disminuye la pérdida de calcio y mejora el nivel de grasa en la sangre. La actividad física durante el embarazo y para toda la vida reduce los factores de riesgo de la obesidad, mejora la tensión arterial, los niveles de colesterol y el riesgo cardiovascular. Además, después de la menopausia, contribuye a evitar la descalcificación de los huesos y ayuda a mantener el peso a largo plazo. De hecho, es un factor muy importante para controlar el apetito y mantenerse en el peso adecuado.