La investigación prueba que el ejercicio tiene un papel en el tratamiento y la prevención de más de 40 enfermedades crónicas, como diabetes, enfermedades cardíacas, la obesidad y la hipertensión.
El ejercicio como medicina ayuda a prevenir o controlar muchas de las condiciones de salud crónicas más comunes y debe ser una estrategia fundamental como parte de una estrategia de prevención de enfermedades y de gestión.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS ), uno de los mayores retos en la prevención de las enfermedades no transmisibles y en la promoción de la actividad física y otros hábitos de estilo de vida saludable se está comunicando la importancia de la acción ahora , a cambio de beneficios futuros.
Quienes inician una actividad física regular entienden que tiene un papel clave para la salud e incluso muchos se sorprenderán de la magnitud y la fuerza de la evidencia que vincula la actividad física con el mejoramiento de la salud. Quizá la percepción más significativa es que la actividad física regular reduce el riesgo de morir por enfermedad cardiaca coronaria, que es la principal causa de muerte en nuestro país y en el mundo.
Adicionalmente está comprobado que la actividad física también reduce el riesgo de desarrollar diabetes, hipertensión y cáncer de colon, mejora la salud mental; de igual manera favorece el bienestar de los músculos, los huesos y las articulaciones.