Ante el inusitado avance comercial del CIGARRILLO ELECTRÓNICO y la ausencia de normatividad para regular su ingreso al país, entidades científicas y académicas, además de reconocidos profesionales de la salud pública, lideradas por la Fundación Colombiana del Corazón, firmaron una declaración pública que conmina al estado colombiano a definir normas claras frente al dispositivo y solicita a las autoridades sanitarias que se prohíba su venta y consumo público, para cumplir con lo dispuesto en la Ley 1335 de 2009.