Las maneras primigenias en que los seres humanos interactuaron fueron cambiando, mutando y desapareciendo incluso, por efecto de una transculturación que fue exterminando esos comportamientos primigenios.
La cosmovisión ancestral de los pueblos de América se basó en el cuidado como bien supremo, pero esa manera de actuar y proceder fue relegada cuando se avasalló las culturas indígenas de América.
Esa propuesta de la modernidad como cultura, dejó impregnada todas las costumbres con nuevas tradiciones, nuevos imaginarios y modelos de vida donde el cuidado de la vida, del ser, del cuerpo, de los pensamientos, del otro, del mundo y del entorno pasó a un plano de inconsciencia.
La milenaria tradición del cuidado, del cuidarse, de cuidar a los demás y de cuidar el entorno es el camino que Corazones Responsables propone para que las políticas de salud contextualicen la realidad cotidiana de los seres humanos y salga del planteamiento positivista que escinde las realidades de la vida diaria y que se convierte en un ir y venir de propuestas exitosas o no de atención de la salud, cuando
la realidad es que la propuesta debe orientarse a los sanos.
Los determinantes de la salud son inequívocos. En tanto que los estilos de vida
influyen en un 50 por ciento en la posibilidad de mantener una buena salud, apenas en un 10 por ciento influye la infraestructura de atención con médicos, medicinas y hospitales.
A ese pequeño 10 por ciento es hacia donde se orientan prácticamente la totalidad de
las políticas públicas en salud, cuando su verdadera esencia debería ser la vida y su cuidado, como el más grande e importante valor que tenemos los seres humanos.
La realidad de la pluralidad cultural, donde todos somos distintos individualmente, pero tenemos afinidades colectivas en grupos de diversos tamaños, desde hogares, familias, barriadas, vecindarios, ciudades, países e incluso civilizaciones, puede ser el punto de partida para que en un diálogo constructivo de culturas se puedan identificar elementos dinamizadores que impulsen el cuidado como eje de la cultura ciudadana.