La fructuosa es el azúcar natural de las frutas. Es de fácil digestión y absorción, por lo que tiene un nivel de saciedad baja. Recomendamos consumir las frutas con su cáscara, mezcladas con avena en hojuela o granola, porque la fibra hace posible que sea más lenta la digestión y aumenta la sensación de saciedad (sentirse lleno).
Las frutas no estimulan de la misma forma los receptores de la saciedad que los alimentos que aportan más energía, pero a cambio tienen un mejor aporte de vitaminas, agua y minerales, además de un bajo aporte de calorías. Si se combinan las frutas dentro de una alimentación fraccionada, completa y equilibrada, podría lograrse el complemento perfecto.
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