Depende de la especie y variedad. Además, influyen numerosos factores tanto previos a la cosecha como posteriores a ella. Entre ellos se incluyen: el patrón, condiciones ambientales, tratamientos durante el cultivo, condición de la planta y madurez de la fruta. Una recolección cuidadosa también es importante.
Debido a su contenido de agua y el ambiente en donde se almacenen, las frutas pueden durar entre 1 y 8 semanas, sin embargo, hay que tener en cuenta que, a mayor tiempo de almacenamiento, puede favorecer a la pérdida de nutrientes. Lo ideal es consumirlas en menos de una semana, comprarlas frescas y conservarlas de acuerdo a las características de cada una.
Referencia bibliográfica:
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Hurtado M. Frutas y verduras, fuentes de salud. Nutrición y salud. G. ELBA. Cap. 8, P 51-53.