El análisis de los resultados de la elección de las 50 promesas propuesta en el formulario, ya no por categorías sino en su especificidad, permiten refrendar el análisis inicial hecho sobre los resultados por categorías, no obstante, cuando se hace el análisis individual hay conclusiones muy interesantes. La primera es que los individuos tienen la tendencia a identificarse con las promesas que se consideran más factibles, más concretas, que requieren menos esfuerzo y que se evalúan como más efectivas.
La opción más elegida como promesa de corazón, del listado de 50 afirmaciones, fue “voy a caminar más pasos todos los días”, siendo escogida por un 20 por ciento de las personas, quiere decir que 1 de cada 5 personas, que recibieron el formulario, optaron por comprometerse a caminar más pasos al día. Podemos interpretar que esas personas tienen una percepción de que caminar más pasos al día favorece la salud del corazón y que reconocen que ser una persona activa es la mejor decisión para generar comportamientos de cuidado.
De la misma forma, el análisis de esta primera promesa ratifica que la preocupación más significativa de las personas alrededor de sus conductas no saludables y que ponen en riesgo la salud de su corazón está asociada a los comportamientos sedentarios, por lo cual creen que ponerse en movimiento es oportuno para lograr impactar de manera positiva en su corazón.
Tras esta primera selección, continúan en la lista de escogidas 5 promesas asociadas con la cultura de aprender a comer, resultado que hace posible definir que en las personas que contestaron los formularios existe una alta preocupación alrededor de su alimentación y el significado del impacto de sus elecciones con la comida para la preservación de la salud del corazón. La segunda promesa más seleccionada fue “voy a disminuir los fritos a solo uno en la semana” con 11 por ciento, siendo la primera promesa de la categoría de la cultura de aprender a comer, permite descifrar que quienes la escogieron tienen conciencia sobre la importancia de disminuir las grasas saturadas en sus planes de alimentación diaria. La afirmación, en la forma cómo está construida induce una selección que introduce un elemento formativo, pues precisa la frecuencia a la que deben reducirse los fritos, impulsando un comportamiento desde un planteamiento positivo de aceptación positiva, al sugerir la posibilidad de una repetición semanal.
La tercera promesa elegida fue “voy a comer más frutas y verduras todos los días” con un porcentaje de selección del 6%, lo cual evidencia que quienes eligieron esta opción conocen el beneficio que sobre la salud del corazón tienen las frutas y las verduras, pero que hace falta tomar la decisión de aumentar la frecuencia de su consumo en el día. Está claro que una cosa es saber que un alimento tiene un beneficio específico, pero otra, muy diferente, es tomar la decisión de incluir ese tipo de alimento protector en más ocasiones dentro del plan diario de alimentación.
Las siguientes tres promesas seleccionadas con un porcentaje del 4% por ciento también se relacionan con la categoría de la cultura de aprender a comer. “Voy a desayunar todos los días”, quiere decir que aceptan, quienes seleccionan esta promesa, la importancia vital del momento del desayuno en la alimentación diaria. A pesar de conocer el significado de ese momento de la comida, tras el ayuno de la noche, son pocos quienes le otorgan tiempo y calidad a la comida con la que inicia el día. Seleccionar esta promesa indica que existe una decisión de desayunar como aporte al cuidado del corazón. La siguiente promesa que continúa en la preferencia de los participantes, con el mismo 4% en porcentaje de escogencia, fue “voy a aumentar el agua al menos a 5 vasos cada día”, donde la construcción de la frase sugiere un aumento, pero lo condiciona a un número de frecuencia mínima, lo cual implica un doble compromiso. Refleja que quienes eligieron esta promesa consideran oportuno incrementar el consumo de agua para cuidar su corazón. La siguiente promesa, que también fue escogida por un 4% de quienes respondieron el formulario es “voy a evitar las bebidas gaseosas”, elección que muestra una correlación entre el bienestar y el no consumo de bebidas gaseosas por las personas que hicieron esa escogencia.
Por último, entre las promesas más seleccionadas, con un 2% del porcentaje, se destaca la que precisa “voy a mantenerme en el presente para tener siempre conciencia plena de lo que hago, siento, expreso y vivo”, la cual demuestra que las personas que la eligieron hacen una clara relación entre la salud mental y la salud física. Se trata de una frase que abarca un importante significado de la conciencia plena y que gracias a esa escogencia puso en el 3er lugar a la categoría de la cultura del pensamiento positivo y la conciencia plena. Se destaca de esta selección la convicción, de quienes optaron por ella, de mantener una conexión con el aquí y ahora para garantizar el cuidado del corazón.
Relacionar con el cuidado del corazón los pensamientos, las emociones y la conciencia de vivir en el presente es algo mucho menos usual que las recomendaciones y promesas asociadas a ser activos, aprender a comer o preferir espacios libres de humo, por eso interpretamos esta elección entre las más escogidas, como una toma de conciencia sobre la importancia de impulsar salud mental para complementar la salud física.
Las promesas seleccionadas como las favoritas, por quienes aceptaron contestar el formulario, ponen de relieve las principales preocupaciones de las personas respecto de su estilo de vida y los comportamientos que consideran más viables para conseguir impactar de manera positiva en la salud de su corazón.